“Así como no puedes entender el rumbo que toma el viento ni el misterio de cómo crece un bebecito en el vientre de su madre, tampoco puedes entender cómo actúa Dios, quien hace todas las cosas.”
Aquí en Eclesiastés 11:5, Solomon nos acuerda que siempre hay muchas cosas que no podemos entender, incluyendo la actividad de Dios. Sin embargo, necesitamos recordar que el hecho de que no podemos entender, o no podemos ver inmediatamente la soberanía sabia de Dios, no significa que Dios no esté cumpliendo sus propósitos. Él es. Él siempre es.
La crisis actual de COVID-19 es un recordatorio vivo de que Dios está en control y no nosotros. Hacemos nuestros planes. Dios los cambia. Confiamos en Él. Se han tomado decisiones difíciles por todas partes donde la gente tuvo que tomar decisiones difíciles sin entender todo lo que esta pasando. Sin embargo, lo que queda claro es que tenemos que pensar y decidir más allá de nosotros y considerar a los demás, especialmente los vulnerables, más importante que a nosotros mismos.
Entonces, mientras que confiamos en nuestro buen Dios a quien no podemos entender, y enfrentamos un futuro inmediato inseguro, IBAC estará posponiendo nuestros institutos planeados para marzo y abril (Esquipulas, Ometepe, Ecuador). Guatemala, programado para la última semana de abril, es muy tentativo y tomaremos una decisión dentro de la semana. Tenemos institutos planeados para mayo y estaremos en contacto sobre ellos en los siguientes días y semanas. Como saben, la situación está cambiando cada día y vamos a hacer la mejor fuerza para informarles sobre cualquier cambio del horario para que puedan planear su horario y vida.
Tenemos ahorita tres personas en Bolivia (Esteban, Kevin, y Mike) que están buscando la manera de regresar a su país de residencia. Por favor oren por las complicaciones de restricciones de viaje y fronteras cerradas, que nada impida a ellos a regresar a sus familias.
Gracias por su paciencia. Y gracias por el privilegio y gozo de servir a nuestro Rey juntos. En el primer libro de la Biblia vemos que nuestro Dios trae orden del caos. Como portadores de la imagen de Dios, esperamos poder encontrar maneras de hacer lo mismo a través de ser ejemplos de amor para los demás y una confianza tranquila en Dios.